Niño de la Bola

Talla de cuerpo entero del s. XVIII, de autor anónimo. La iconografía del Niño se halla íntimamente ligada al tema de la Circuncisión. El Niño de la bola suscribe la tipología del Niño Triunfante. Representa a un niño, pequeño redentor, de muy corta edad, sobre el globo del mundo, que lleva en una mano un lábaro en forma de Cruz y en la otra la esfera del poder o globo imperial que le confiere la soberanía universal y un cesto con los atributos de la Pasión.

Se cree que debió haber una primitiva imagen del Niño de la Bola, origen de esta Archicofradía, pues siempre que la orden dominica se establecía en algún lugar fundando un convento, tenían obligación de tener un altar al Dulce Nombre de Jesús y otro a la Virgen del Rosario. Así lo atestigua la documentación de la que hemos podido tener acceso, aunque siempre refiriéndose ‘al Dulce Nombre de Jesús’ y nunca especificando exactamente de qué imagen se trata. Antiguamente, el Niño de la Bola procesionaba con una prominente peluca. Actualmente, y dado que es una talla de cuerpo entero, alterna el procesionar con túnica o simplemente con un sudario.

FECHAS RELEVANTES

1947  Hasta este año se procesionó con cabello natural, siendo sustituido el cabello natural por cabellera tallada.
1981  Es restaurado el Dulce Nombre Chiquito por la Granadina Luisa Navarro Fenech, quien sanea la madera y limpia su policromía.
1985  Es construido en madera tallada y dorada de estilo neobarroco, un nuevo Trono para el Niño de la Bola. El trabajo lo realiza el tallista y dorador malagueño del Barrio de la Trinidad, José Aguilar Villalobos.
2004  El viernes, día 13 de febrero vuelve una vez restaurado en Sevilla por Juan Filter el Niño de la Bola. La restauración ha resultado excelente, notándosele el cambio de las pestañas por otras más claras. A partir de ahora el Niño de la Bola permanecerá en la Casa Hermandad en una urna de caoba de Cuba, datada de finales del S. XVIII, donada por los hermanos y restaurada en Antequera por Antonio Moreno Díaz.
2016 Tras la restauración de la Iglesia de la Victoria, que permaneció tres años cerrada al culto, el Niño de la Bola pasa situarse de forma permanente en el camarín de la Stma. Virgen de la Paz, justo delante de nuestra Titular mariana.