La Archicofradía del Dulce Nombre tuvo su origen en el antiguo Convento de Santo Domingo de Archidona, como cofradía dominica que somos. Sin embargo, la expropiación del convento en primer lugar y la marcha de los últimos dominicos de Archidona en última instancia, propiciaron que hubiera que buscar una nueva sede canónica. Tras pasar los años de la guerra civil en casa de su camarera, finalizada la contienda, el Dulce Nombre pasa a la Iglesia de la Victoria, también de origen conventual, perteneciendo en su día a la orden de los Mínimos. La primera ubicación que tuvo nuestro Sagrado Titular fue el camarín de San Francisco. La procesión saldría de esta iglesia por primera vez al año siguiente, en 1940.
En el año 1967 el entonces Vicario Arcipreste, D. Francisco Castro, reúne a la Junta Directiva de la Archicofradía con carácter urgente para emplazar a la construcción de un camarín en el altar mayor de la iglesia donde pasaría a recibir culto el Dulce Nombre de Jesús. Así viene recogido en el acta correspondiente que transcribimos a continuación:
“En la Ciudad de Archidona a catorce de Noviembre de mil novecientos sesenta y siete; en la Iglesia de la Victoria se reúnen los componentes de la Junta Directiva para celebrar reunión extraordinaria bajo la presidencia del Sr. Hermano Mayor D. Manuel Lara Granados asistido de mí el Secretario.- Con carácter de urgencia fueron convocados lo componentes que integran esta Junta, dándose cuenta de la invitación hecha por el Sr. Vicario Arcipreste, D. Francisco Castro Gutiérrez, para que a expensas de esta Cofradía se construya un Camarín al Dulce Nombre de Jesús en el Altar Mayor de la Iglesia, autorizando la instalación del que dejara el Dulce Nombre para colocar a público culto a la Santísima Virgen de la Paz, hasta ahora en el domicilio de la Camarera desde el desvalijamiento de su primitiva Iglesia de Santo Domingo.- Dada la importancia que para el Culto de Nuestros Sagrados Titulares tiene esta reforma, por unanimidad, y tras muchas deliveraciones [sic], se acuerda proceder de inmediato a dicha construcción con el ánimo de que para el próximo Novenario sea solemnemente bendecido. Y no habiendo más asuntos de que tratar se levanta esta cesión de la que yo como secretario certifico”.
Existen las firmas, todas reconocidas, del Hermano Mayor y de veinticinco directivos más, cerrando el documento la del secretario, que a la sazón era Aurelio García Aguilar. Secundada sin demora la iniciativa del señor Vicario-Arcipreste se comienza la construcción del nuevo camarín para el Dulce Nombre en el altar mayor de la Iglesia de la Victoria. La obra fue efectuada por los maestros albañiles y hermanos de la Cofradía Manuel Abalos y Juan Moyano, y se sufragó con múltiples aportaciones económicas y horas de trabajo de varios cofrades profesionales de la construcción, mientras que el Iltre. Ayuntamiento contribuyó con el correspondiente visto bueno y permiso de obras y la donación del importe de la solería. Era alcalde José Aguilar Ceballos y concejal de obras Manuel Gil Cano.
Todo se realizó según lo acordado siguiendo la iniciativa del Párroco, y el antiguo camarín de san Francisco dejado libre por el Dulce Nombre quedó para la Virgen de la Paz que hasta entonces había permanecido en casa de su camarera Carmen Astorga Barrio. La bendición e inauguración oficial se efectuó con gran esplendor y asistencia de devotos en la tradicional novena del siguiente mes de enero.
José García Aguilar
Cronista Histórico de la Archicofradía